lunes, 27 de septiembre de 2010

Discurso Ignacio Walker

 Estimados amigos y amigas:



Hace algunos días, “Viajaba rumbo a lo desconocido y soñé que la vida no es tan solo amargura sino que es alegría. Abrí mis ojos y vi que la vida es servicio. Experimenté que mi vida es entregarla a la ayuda de los demás".




  Esta Mesa representa a las distintas vertientes del humanismo cristiano y del humanismo laico, igual que muchos de ustedes en nuestra sociedad, como los dirigentes sindicales que llega a esta alta dignidad, las dueñas de casa y adultos mayores que sacan su voz desde lo profundo para dirigirse a las autoridades por una país más justo, como los niños y jóvenes que día a día dirigen sus pasos al camino del saber, para tener una mejor educación que les ayude a fomentar su crecimiento como el futuro del país, como así en algún momento nuestros antecesores Eduardo Frei Montalva, Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz Tagle y tantos otros, hicieron que Chile fuera un país más justo, honesto y transparente.



Queremos transformar este país en una nación respetada y admirada por el mundo, y volver a ser la primera fuerza política nacional.

Queremos volver a ser un partido de jóvenes y pasar el bastón de relevo que hoy recibimos a una nueva generación política.

Queremos también escuchar a los que viven en la desesperanza, a los que se encuentran cesantes o están presos, a los que siguen sumidos en la pobreza o la extrema pobreza, a los que observan con impotencia y frustración las brechas

sociales escandalosas que aún subsisten entre ricos y pobres, y al pueblo Mapuche.

En ocasiones, hemos convocado a nuestros compañeros a compartir nuestros sueños y crear un futuro marcado por el signo libertad, solidaridad, la igualdad y la justicia social. Aquí estamos para construir un país grande con el que soñaron nuestros antepasados, esa nación con que Frei Montalva movilizó a todo un pueblo.



Que nadie se deje engañar: somos una oposición de voluntad popular y no dejaremos de luchar frente a nuestros adversarios. Eso es lo hermoso de la democracia: que el que gana gobierna, y el que pierde no se va para la casa, sino a la oposición; en nuestro caso, una oposición decidida y clara, buscando servir a Chile tras el bien común, único norte de un verdadero demócrata cristiano.

Con la misma claridad queremos decir que cuando este gobierno plantee temas e iniciativas que vayan en beneficio del país, seremos los primeros en apoyar esas políticas.

Es esta la democracia que queremos proyectar hacia un mejor futuro sobre nuevas bases y una renovada fuerza transformadora. Lo que no podemos hacer es ofrecer más de lo mismo. Así como queremos una nueva y mejor democracia cristiana, también queremos una nueva y mejor Concertación, de cara al futuro y a los nuevos desafíos del siglo XXI.

Nuestras propuestas son:



1. Revitalizaremos nuestra identidad Humanista Cristiana. Tal como lo señalase el V Congreso partidario, nuestra identidad Humanista Cristiana es la fuente inagotable que inspira las propuestas de la Democracia Cristiana. Nos empeñaremos en que los acuerdos de dicho Congreso, así como el Plan Estratégico aprobado por unanimidad en la última Junta Nacional del Partido, sean concretados a través del trabajo de todas las instancias partidarias.

2. En la primera línea en la oposición. Vamos a ser la voz en defensa de los ciudadanos ante un gobierno de derecha que no cumple sus promesas y que intenta la mayor concentración de poder y conflictos de interés que se haya conocido en nuestra historia. Nosotros y la Concertación encarnamos un proyecto de país alternativo al que el actual gobierno de derecha nos quiere imponer. Una nueva y mejor DC, y una nueva y mejor Concertación, a partir de nuestra propia identidad: eso es lo que ofrecemos al país.

3. Renovaremos nuestro compromiso con la Justicia Social. En el año del bicentenario, la Democracia Cristiana debe renovar su compromiso por eliminar las escandalosas desigualdades que aún persisten entre los chilenos. La DC se comprometerá a aquellas iniciativas que pretendan redistribuir la riqueza y generar mayores oportunidades de desarrollo para los chilenos y chilenas.

4. Convocatoria a un Congreso Municipal. La campaña municipal comienza ahora. Vamos a contar con un modelo descentralizador de la DC para el gobierno local, propuestas programáticas comunales y una estrategia electoral. Realizaremos un congreso municipal en enero del próximo año.

5. Construir un partido joven. Este verano habrá escuelas de formación en todas las regiones. La JDC ocupará un lugar primordial en la conducción de un amplio plan de formación y capacitación de líderes jóvenes, destinada a secundarios, universitarios, y juventudes de las iglesias. Las juventudes partidarias tienen que abrirse a la juventud que está ahí afuera, huérfana de representación política.

6. Todos somos la voz de la Democracia Cristiana. La directiva está para servir a la militancia y la militancia está para servir al país. Los militantes de la DC contarán con el apoyo que le permita desarrollar su aporte, en cuanto a formación, capacitación, información política, asistencia comunicacional de calidad. Garantizaremos que se celebren reuniones oficiales, y abiertas a todos los militantes, en todas las instancias territoriales al menos cada dos meses. Para darle espacios a todos, seremos un partido de vanguardia en las comunicaciones de la web 2.0.

7. Los candidatos de la Democracia Cristiana se definen en espacios abiertos. Los problemas de la DC se resuelven con más democracia y no con menos democracia. Vamos a renovar el partido abriéndolo a los ciudadanos. Vamos a elegir por primarias abiertas nuestros representantes a los principales cargos de elección popular.

8. Recuperaremos el sentido comunitario de la convivencia partidaria. Será una prioridad partidaria cuidar nuestra convivencia interna y liderazgos y fortalecer la fraternidad entre camaradas: esa es la unidad a la que aspiramos y la renovación que queremos. Vamos a reconocer los méritos de los constructores de partido, vamos a premiar el testimonio de vida y presentaremos con orgullo a la comunidad a nuestros mejores hombres y mujeres.

9. Democracia Cristiana, partido de líderes sociales. Es una tarea principal de la nueva conducción la de proyectar al conjunto de nuestros liderazgos, sociales y políticos, sin distingos ni exclusiones. El PDC potencia a sus líderes y es la comunidad la que escoge. Le pedimos más a los que más han recibido. Dispondremos de la mejor escuela de líderes con que haya contado el partido desde la recuperación de la democracia.

10. Convocaremos a la renovación de la Concertación. Una nueva Concertación capaz de derrotar a la derecha requiere de una Democracia Cristiana fuerte, unida y bien perfilada. Vamos a convocar a la renovación de nuestro pacto estratégico, junto a las nuevas directivas de los partidos aliados. Así como no defenderemos las cosas que se hicieron mal en nuestros Gobiernos, tampoco renegaremos de la obra de la Concertación.

Y por sobre todo exigiremos a las actuales autoridades terminar con los despidos y con el hostigamiento que están sufriendo cientos de funcionarios de las administraciones públicas del país

Es por ello queridos camaradas, amigos y amigas: esta no es tarea de una persona o de una directiva. Es tarea de todos; de militantes, simpatizantes y adherentes, y de las nuevas voluntades que sepamos captar y seducir hacia el futuro.

Hoy me presento ante ustedes, para que juntos recordemos la lista a la cual represento, lista 1, Ignacio Walker, y juntos lucharemos por nuestra patria.



¡Muchas Gracias!




Desde hace mucho, he querido asumir el honor y la responsabilidad de presidir nuestro partido Democracia Cristiana.

domingo, 8 de agosto de 2010

No es Mito es Realidad

¿Te imagináis por un momento que todo acontecimiento sucedido en nuestra vida se graba de tal forma en nuestra memoria que no pudiese ser borrado?


Todos los recuerdos de la infancia, todos los días de la vida, todos los acontecimientos de la propia existencia apiñados como recuerdos nítidos y claros en una memoria prodigiosa.




Entonces…

Cuando era apenas un proyecto de mujer solía soñar despierta todo el día y gran parte de la noche, hasta que me quedaba dormida. Me costaba conciliar el sueño, así que utilizaba mis propias técnicas, me inventaba los sueños y los llevaba por el camino que me apetecía hasta que ellos solos cogían rumbo hacia el país de Morfeo.

En algunos aspectos de mi vida la timidez y la fantasía eran mis acompañantes. Nunca me atrevía a decir lo que pensaba. Cuando miro atrás, recuerdo la simpleza del pensamiento infantil, la facilidad con que la ingenuidad arreglaba todos los problemas de la humanidad.

Desde muy pequeña, mi madre fomentó en mí el hábito de la lectura. Primeramente empeze leyendo la Santa Biblia, el cual me marcó mucho mi vida, no solo la mía sino que la de mi familia en general, también me compraban colecciones infantiles, cómics, cuentos. Y yo los devoraba todos con rapidez, con esa curiosidad por el mundo que te rodea que sólo tienen los niños.
Hoy por hoy esa habilidad se ha ido alejando muy fácilmente de mi vida, dedicando tiempo a otras cosas que a mi crudo lenguaje de saber, experimentar y analizarlo todo. Tiempo perdido y utilizado en cosas fastidiosas como ir de compras, un momento de esparcimiento o simplemente un momento de dormir. Es curioso saber que la mente te pide que te actualizes y veas a tu alrededor las cosas que pasan en el mundo, que este mismo universo te confirma que nuestras vidas irán cambiando cada vez más rápido sin dejar huellas en el camino.


Solo sé que el fin de nosotros se acerca y que cada vez que amamos a Dios, tenemos un pedacito de gloria junto a Él.